¿Por qué se celebra el Día Mundial de las Abejas?
Esta celebración tiene lugar desde 2018, gracias a los esfuerzos del Gobierno de Eslovenia con el apoyo de Apimondia, que dieron lugar a que en la 74ª sesión plenaria de fecha 20 de diciembre de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara el 20 de mayo Día Mundial de las Abejas.
La fecha elegida para celebrar el Día Mundial de las Abejas es el natalicio de Anton Janša, pionero de la apicultura moderna perteneciente a una familia de apicultores de Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola con una larga tradición.
El objetivo principal de la celebración anual es crear conciencia sobre la importancia del papel que cumplen las abejas y otros polinizadores, las amenazas que enfrentan, además de su contribución significativa para resolver los problemas relacionados con el suministro de alimentos en el mundo y acabar con el hambre en los países en desarrollo.
La polinización es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Casi el 90 % de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse; asimismo, el 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización y el 35 % de las tierras agrícolas mundiales. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria, sino que además son indispensables para conservar la biodiversidad.
Más de 190 países han ratificado “El Convenio sobre la Diversidad Biológica”, instrumento internacional vigente desde 1993, para «la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos». Su objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible.
En el año 2000, se estableció la Iniciativa Internacional sobre Polinizadores, IPI, (COP decisión V/5, sección II), en la Quinta Conferencia de las Partes (COP V), como una iniciativa transversal para promover la acción coordinada global. El objetivo es observar y controlar el descenso del número de polinizadores; abordar el problema de la falta de información taxonómica sobre los polinizadores; evaluar el impacto económico del descenso de los servicios de polinización, y promover la conservación, recuperación y el uso sostenible de la diversidad de polinizadores en la agricultura y ecosistemas afines.
En el año 2015, las Naciones Unidas adoptaron 17 “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS), también conocidos como “Objetivos Globales”, como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad.
El rol de las abejas contribuye con el objetivo N° 2 denominado: Hambre Cero. Una de las metas de este objetivo es poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año. Para esto se debe asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra.
Por otro lado, la protección de las abejas está vinculada al objetivo N° 15, denominado “Vida de Ecosistemas Terrestres”, considerando que se deben tomar medidas urgentes para reducir la pérdida de hábitats naturales y biodiversidad que forman parte de nuestro patrimonio común y apoyar la seguridad alimentaria y del agua a nivel mundial, la mitigación y adaptación al cambio climático, la paz y la seguridad.
Actualmente, la población de polinizadores –en especial abejas y mariposas– ha disminuido de manera preocupante, debido principalmente a prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, plaguicidas (incluidos los insecticidas neonicotinoides), especies exóticas invasoras, enfermedades, plagas y el cambio climático. Los agricultores y los responsables de las políticas tienen un papel importante que desempeñar en la protección de nuestros polinizadores.
Algunos consejos de las Naciones Unidas para cuidar a las abejas:
- Cultivemos plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año.
- Compremos productos agrícolas que lleven a cabo prácticas agrícolas sostenibles
- Protejamos las colonias de abejas silvestres.
- Dejemos un poco de agua limpia y piedras o palos para que las abejas beban y no se ahoguen.
- Creemos conciencia sobre su situación, compartamos la información.
Si quieres saber más sobre la manera en que podemos colaborar con la protección de las abejas visita: https://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1129811/.
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